sábado, 26 de abril de 2008

Unidad 1: El pensamiento filosofico y politico de Paulo Freire y su propuesta pedagogica

UNIDAD 1
CARACTERÍSTICAS Y CONDICIONES DEL PENSAMIENTO CIENTÍFICO DESDE LA PEDAGOGÍA DE PAULO FREIRE


Texto complementario: El pensamiento filosófico y político de Paulo Freire y su propuesta pedagógica.

Como consecuencia de haber leído en un foro virtual de IPC, una discusión entre dos estudiantes que están cursando la materia, pude advertir graves errores de comprensión en ambos que me hicieron pensar que tales errores pueden ser los de muchos otros. Esta mala comprensión del pensamiento filosófico y político de Freire puede traducirse en una peor captación de su propuesta pedagógica. Por ello, considero apropiado hacerles llegar una síntesis de la polémica expresada en el foro por estos dos estudiantes: uno que se mostraba muy crítico al pensamiento del pedagogo brasileño y otro que pretendía defender la postura del mismo. Sin embargo, ambos demostraban no haberlo comprendido, posiblemente por una lectura muy condicionada del texto de Freire. ¿Condicionada por qué? Los condicionamientos pueden ser de muy distinto origen: educación familiar, situación social, procedencia cultural, educación formal, prejuicios personales, lecturas previas de otros autores, etc.
El estudiante “opositor” a Freire manifestaba que el brasileño era un “bolche”, que odiaba a los ricos por el simple hecho de tener dinero y que fomentaba la violencia mediante el enfrentamiento de clases sociales. El estudiante “defensor” de Freire arremetió contra el “opositor” como si lo que estuviera en juego fuera una disputa por el honor personal y sostuvo que la única manera de lograr lo que Freire propone es terminar con la “burguesía” mediante la lucha de clases. Graves errores y graves prejuicios en ambos. Y de estos errores se puede caer en la mala comprensión de su epistemología y su pedagogía.
Pasaré a tratar de señalar los errores y luego reconstruir la propuesta de Freire lo más aproximadamente posible a como lo hubiera hecho el propio Freire.
Errores del estudiante “opositor”: el adjetivo “bolche” tiene una carga ideológica y prejuiciosa producto de esos condicionamientos de los cuales hablábamos. Es un calificativo peyorativo utilizado por sectores muy reaccionarios para calificar a cualquier individuo o asociación progresista. Su origen se remonta a la revolución rusa. Los bolcheviques eran el sector mayoritario dentro del Partido Comunista Ruso. O sea, lo que se quiere significar cuando se dice de alguien que es un “bolche”, desde un pensamiento oscurantista y reaccionario, es que es un “comunista”. Decir esto hoy de alguien es muy vago y ambiguo pero, tal vez para los prejuicios de una mente muy cerrada sea muy unívoco. Un “comunista” es alguien que ideológicamente me molesta (y acá adentro de esta palabra “comunista” mete no precisamente ni necesariamente a los militantes del Partido Comunista, sino a todos aquellos que proponen, desde identidades políticas muy diversas, un cambio social).Y como Freire propone un cambio social, y eso molesta a algunos, para muchos de ellos Freire pasa a ser un “bolche” (un “comunista”).
Freire no era comunista, ni en su juventud ni en sus últimos años. Freire era social cristiano políticamente hablando, era católico perteneciente al sector de la Iglesia (muy fuerte en Brasil) llamado “teología de la liberación” impulsado en los años 60 por monseñor Helder Camara, obispo de Olinda. Actualmente dicho movimiento religioso tiene su mayor referente en el teólogo brasileño Leonardo Boff. Freire pertenecía al Movimiento Social Cristiano, hoy aliado al Partido Trabalhista del presidente Lula. En la argentina estaba muy ligado al peronismo no burocrático, al peronismo renovador, al peronismo de la Juventud Peronista de fines de los 60 y principios delos 70, y a los distintos sectores políticos aliados circunstancial o permanentemente a ese sector político (Partido Intransigente, Democracia Cristiana, Partido Socialista Popular, Partido Comunista, etc.) y a lo que fue el Movimiento de Curas del Tercer Mundo, cuyo mayor exponente fue el Padre Carlos Mugica. El ideal político de Freire era un socialismo cristiano con características nacionales y latinoamericanas. Si para el alumno “opositor” a Freire eso es un “bolche”, deberá revisar esa categoría de análisis. Y si no, evidentemente, se equivocó.
Dicho esto cabe señalar que Freire no odiaba a los ricos por el simple hecho de tener dinero, ni siquiera los odiaba, ni tampoco propone agudizar la lucha de clases para “suprimir” la burguesía. Freire está comprometido con los pobres y con los oprimidos (con los “condenados de la tierra” como diría Franz Fanon) pero no odia a los ricos, mucho menos por el hecho de tener dinero. Con respecto a esto es muy clara su postura cristiana. Si bien es cierto que “de los pobres será el Reino de los Cielos” tal cual lo dice Jesús en los evangelios, no es pecado ser rico. El pecado pasa por la legitimidad o no de la obtención de esas riquezas, en primer lugar, y, en segundo lugar, por su modo de utilizarlas. Para el cristianismo, que no niega la “propiedad privada”, pero condena la “apropiación privada indebida” delos bienes terrenales del hombre, somos administradores de esos bienes y no detentadores egoístas. No hay nada de malo en haber obtenido riquezas sin explotar a nadie. Pero si esas riquezas son producto de la superexplotación de otros seres humanos, el cristianismo lo condena. No hay nada de malo tener dinero y bienes siempre y cuando lo ponga en función social, lo reinvierta en la producción, lo disponga en actividades donde posibilite la promoción social de los marginados. Pero si el dinero que tengo lo obtuve mediante la explotación de otros seres humanos pagándoles salarios injustos, además lo gasto egoístamente en casinos, hipódromos, cabarets, bienes materiales superfluos , etc., eso es censurable para el pensamiento cristiano de Freire. Pero a pesar de eso, Freire no odia a estos ricos ni fomenta el odio hacia ellos. Considera que están tan degradados en su dignidad tanto el explotado como el explotador. Por eso, la supresión de las condiciones de explotación es un acto de amor que restaura la eticidad perdida. Recupera la dignidad no solo el explotado sino su opresor. Los dos se convierten en seres plenamente libres.
Con respecto a la lucha de clases, Freire toma este concepto de Marx. Freire no tiene una ideología dogmática sino que toma elementos cristianos, elementos de Marx y elementos de la filosofía existencial del filósofo alemán Martín Heidegger, además de recuperar saberes ancestrales de culturas de pueblos originarios americanos y afroamericanos. Cuando toma el concepto de lucha de clases de Marx no lo hace operativamente, es decir, no propone agudizar la lucha de clases. El considera, siguiendo a Marx, que la lucha de clases existe, está, no es que se la tienen que crear, es una realidad (dentro de la economía capitalista de hoy se la llama “la puja distributiva”). Marx decía, en la Europa del siglo XIX que esa lucha de clases se daba entre la burguesía (propietaria de los medios de producción y acumulación del capital) y el proletariado (que nada tiene más que vender su fuerza de trabajo). “Clase” desde el punto de vista lógico significa “conjunto”. Bueno, esos conjuntos (clases) del siglo XIX hoy han mutado, no son los mismos, mucho menos en la América Latina de fines del siglo XX y principios del XXI. En primer lugar, ni Freire, ni tampoco lo hacía Marx, identifican necesariamente lucha de clases con revolución violenta. La lucha de clases puede adoptar desde la forma de resistencia pasiva y pacífica (al estilo de Ganhdi contra el Imperio Británico) como una rebelión popular. Pero el no propone agudizarla sino resolverla dialécticamente. El dice que no es partidario del lema sostenido por la “enfermedad infantil del izquierdismo” de que “cuanto más explotados estemos mejor”. Los “izquierdistas” que sostienen esto consideran que, de ese modo, los oprimidos se rebelarán más pronto por eso agudizan las contradicciones. La experiencia de lucha de los pueblos señala, por el contrario, que las mayores conquistas revolucionarias de los oprimidos las lograron aquellos que habían conseguido reivindicaciones anteriores y tenían más conciencia de las posibilidades de cambio. Los que padecen de la “enfermedad infantil del izquierdismo” (la expresión es del revolucionario ruso Lenín, no de Freire) apuestan al todo o nada. Y siempre pierden, y se quedan con nada. En cambio, aquellos que apuestan las fichas que deben apostar en el momento indicado, muchas veces ganaron.
Ahora bien, eso significa que Freire diga que la lucha es hoy entre la burguesía y el proletariado. No. No es un marxista ortodoxo dogmático ni mucho menos. La lucha de clases (conjuntos) es entre opresores y oprimidos. De un lado los opresores: la red financiera global y las oligarquías nativas (Sociedad Rural en la Argentina) junto a la gran burguesía financiera nativa (Asociación de Bancos dela Argentina, en nuestro país) de los países de Latinoamérica. Y por el otro: clases populares (clase obrera, desocupados, empleados no calificados, pueblos originarios) clases medias bajas, pequeño y medio empresariado (Pymes), pequeño productor rural (el chacarero), pequeño y mediano comerciante. Vemos que la contradicción burguesía-proletariado del siglo XIX en Europa ha desplazado su eje y se vuelve secundaria ante la contradicción principal de hoy: Imperio versus pueblos de América latina. El problema principal de hoy no es que el dueño de un tallercito explote a sus obreros (cosa que hay que evitar, por supuesto), el problema principal es que la red financiera global del Imperio nos explota a todos.
Espero que los “opositores” prejuiciosos a Freire y sus “defensores” dogmáticos, hayan comprendido esto para, si así lo desean, seguir haciendo una oposición fundamentada o una defensa digna.
Y pára el resto, es fundamental comprender esto para entender los temas de Freire que serán evaluados, es decir, ideologías dogmáticas, concepciones mecanicistas de la historia, desproblematización del futuro, etc, todo ello ligado a una propuesta pedagógica que es, a la vez, ética y política.

Mario Di Bella

jueves, 24 de abril de 2008

Cuestionario: Unidad 3

Cuestionario correspondiente a la Unidad 3 de IPC

(en función de los temas fundamentales que serán evaluados)

1) ¿Cuál es el contexto social, político y económico en el que se dio el caso Galileo?


2) ¿Por qué algunos autores, entre ellos Koyré, consideran que la nueva ciencia de Galileo es el triunfo de Platón sobre Aristóteles?


3) ¿En qué sentido algunos de los autores estudiados consideran que hay una continuidad entre el pensamiento de Platón, Euclides y Galileo?


4) ¿Cuáles son las diferencias fundamentales entre la física aristotélica medieval y la nueva física de Galileo?


5) ¿Qué relación hay entre la astronomía de Tolomeo y la física de Aristóteles?


6) ¿Qué relación hay entre la astronomía de Copérnico y la física de Galileo?


7) ¿Por qué la inercia es impensable en el paradigma aristotélico y tiene sentido en el paradigma copernicano-galileano?


8) ¿Cómo está estructurado el cosmos aristotélico?


10) ¿Por qué la Iglesia y los resabios del feudalismo combatieron al pensamiento científico de Galileo y la nueva burguesía mercantilista italiana lo apoyó?


11) ¿qué entiende Thomas Kuhn por revolución científica?


12) ¿qué entiende Thomas Kuhn por paradigma?


13) ¿Qué relación hay, para Thomas Kuhn, entre los conceptos de ciencia normal y paradigma propios de su teoría epistemológica?


14) ¿qué es un enigma y qué es una anomalía, para Thomas Kuhn?


15) ¿Cómo se produce la crisis de un paradigma, según Thomas Kuhn?


16) ¿Por qué una revolución científica tiene un aspecto objetivo y otro subjetivo, según Kuhn?


17) ¿Qué significa "obstáculo epistemológico" para Gastón Bachelard?


18) ¿Cuáles pueden ser algunos obstáculos epistemológicos para aceptación dela nueva física de Galileo?


19) ¿Por qué se dice que la física moderna es una construcción abstracta y relacional?


20) ¿Por qué la nueva física de Galileo va más allá de la observación sensible?